Mi hermano Kamal quería que aprovechara mi estancia en los Emiratos al máximo, por lo que ya me tenía organizada una excursión a Sharjah para el día después de que aterrizara. Según él, no teníamos tiempo que perder. Para mí que lo que le apetecía era presentarme a sus amigotes de Sharjah y chulear de lo bien conectado que estaba, que no me hubiera hecho falta ver par creer a toda costa, considerando que su profuso don de gentes siempre lo había singularizado y que además trabajaba para el periódico Al Khaleej, que es el más conocido de la zona.
Comparada con Dubai, que es una ciudad que palpita al ritmo de quienes usan salpicar los negocios con placer, Sharjah me recordó a una hermosa joven que se guarda muy mucho de revelar sus encantos a cualquiera porque sabe lo que le conviene. En el trayecto de Umm Al Quwain a Sharjah nos jugamos la vida, porque las condiciones de la carretera dejaban que desear y porque en cualquier momento y sin previo aviso se ...Leer más